"La génesis de El garaje hermético no fue muy ortodoxa, en aquella época me encontraba muy a menudo en estados de cierta exaltación...", así se expresa Moebius en la Introducción a la segunda edición de esta obra por Norma Editorial. "El garaje hermético" es una imposibilidad y como tal es libre; transmite también la "libertad" que gozó su autor durante su composición: las continuaciones eran improvisadas en su mayoría y esto, en la obra de un Divino como Moebius, siempre resulta una apuesta ganadora. Una paradoja, un juego, un lugar hermético que sin embargo nos permite movernos sin ataduras de tiempo ni estrechez de espacio, como dice el Mayor Grubert: "Lo que me gusta del Garaje Hermético es la infinita variedad de medios de comunicación entre los tres niveles...". La sensación de amplitud se transmite a los personajes (el dibujo es fundamental en todo esto), que aportan además la frescura de diálogos ágiles, el humor ... que se manifiesta también de forma metahistorietística, guiños a Spirit, cierres de capítulos como: "¿caerá el espía del mayor en la trampa...? Lo sabremos pronto, leyendo...nuestro próximo episodio". Me temo que estos apuntes rápidos no van a dar una idea ni siquiera cercana al disfrute de ver/leer una obra, que aunque firmada desde 1976, se renueva con cada edición y se sitúa en la vanguardia imaginativa sin esfuerzo. En el ComixCafé ya se había comentado el tema de la reedición como (a veces) la mejor propuesta entre las novedades ... aunque hay por aquí algunos clientes dibujantes que me están mirando ... que ya me callo...