jueves, 26 de abril de 2007

Ahora, sin Garmendia

Estos meses (y todos) nos dejan personas más o menos importantes en la vida de cada uno, rehecha a veces con la ayuda consciente o no de éstos mismos que desde ahora echaremos de menos, en fin ... el fin. Vamos a "aprovechar" (porque no hay ánimo para otra cosa) las reseñas de algunos diarios para recordar someramente quién es Garmendia, nosotros añadimos un autógrafo (dibujo incluido) que le pedimos para Lucía, una compañera del ComixCafé que también le añora; y que él le dedicó amablemente.
ABC.SEVILLA
José Antonio Garmendia Gil, uno de los personajes más polifacético de cuantos paseaban casi a diario por el centro de la ciudad, falleció ayer en Sevilla.
Por las calles cercanas a la Alfalfa, por General Polavieja o por el Arenal, no era difícil cruzarse con Garmendia que si descubría que se le estaba mirando dedicaba un guiño o una sonrisa. Su peculiar figura, enjuta y muy a menudo vestida de negro, con varios colgantes y su larga barba blanca, hacía difícil que pasara desapercibido.
No obstante su forma de vestir no era lo único que le hacía singular. Como él mismo decía, su sangre, como su apellido, eran vascos, pero nació en Sevilla el 15 de junio de 1932. Se licenció en Ciencias Químicas por la Universidad de Sevilla y trabajó en un negocio de maderas finas, oficio que compaginó con el de dibujante.
José Antonio Garmendia se inició en el humorismo gráfico en los años cincuenta en la desaparecida «Hoja del Lunes de Sevilla». Una década después entró a formar parte de La Codorniz.
Además de escribir en periódicos, publicó más de una veintena de libros entre los que se encuentran «Poemas de pulpa y cascabel», los recopilatorios «La fauna ibera» (1971) y «El Locamerón» (1975), ambos con dibujos publicados en «El Correo de Andalucía».
Entre sus numerosas publicaciones está «Florilegio de chorradas» que editó Signatura Ediciones en 1999. Ese libro recoge, en tantas páginas como días tiene el año, una recopilación de acertijos, adivinanzas, curiosidades, aforismos, refranes, recetas de cocina, partes meteorológicos, horóscopo y detalles históricos, de forma parecida a la que se utiliza en los almanaques conocidos como «de taco».
«La Taberna del Traga» y «La Pasión llena de Gracia» publicados ya a comienzo del presente siglo, son otros de los títulos del polifacético Garmendia que hace unos años reeditó «El Diccionario de Cipriano Telera (y siete cartas a opá)».
A Cipriano Telera lo creó José Antonio Garmendia hace varias décadas. En ese libro transcribió fonéticamente el habla andaluza e incluyó varias definiciones. Quizás su faceta de dibujante fuera de las menos conocida de este peculiar personaje, colaborador en Onda Cero de Carlos Herrera, que vivía en el centro de Sevilla y al que no le gustaba demasiado alejarse de sus calles.


Riapitá para Garmendia
ANTONIO BURGOS - www.lavozdecadiz.com -
Carlos Herrera se lo había llevado con su elenco radiofónico a Nueva York, con lo lejos que está Nueva York, con lo lejos de la Cuesta del Bacalao que cae Nueva York, donde habrá mucho Empire State Building, pero no hay Casa Morales. Y de nada le valió a José Antonio Garmendia abandonar por unos días su mejor cahíz de mostradores y tapas de Sevilla, porque Nueva York no le gustó nada. A la vuelta, ya en su programa matinal, le preguntó Herrera a Garmendia:-¿Qué te ha gustado más de Nueva York, Antonio? Y Garmendia dijo, muy serio:-¿Que qué me ha gustado más de Nueva York? ¡Venirme pá Sevilla! (...)
La que ha tenido que caer esta tarde de Feria, querido Garmendia, para que te hayas muerto. Te has marchado a tu último viaje con la misma nerviosa antelación con que te ibas al aeropuerto cuando viajabas a los Chirlos Mirlos en el elenco de Herrera. Sin avisar. Eso se avisa, maestro Garmendia, último bohemio de Sevilla, último poeta del tinto migado. Lo que me menos me ha gustado de la Feria este año, Garmendia querido, es que te hayas ido de Sevilla así, sin avisar. Esto se avisa. Porque te iba a hacer un gorigori, y, mira, me ha salido en tu memoria este viejo y triste riapitá del Prado.